LA PIEL FRÍA: Para adictos al cine fantástico con pedigrí.

'La piel fría' es un modelo de adaptación cinematográfica: las palabras cuentan poco, las imágenes lo comunican prácticamente todo. Y los ambientes. Es una película fantástica modalidad isla misteriosa y sabe insuflar una atmósfera inquietante desde el primer minuto, como Martin Scorsese en 'Shutter Island' (2010). Las terroríficas criaturas que irrumpen de noche, mitad humanas mitad peces, tienen atractivo y solera: a veces, en la serie 'Viaje al fondo del mar' (1964-1968), se colaban unas muy parecidas en el Seaview y nos metían mucho miedo.

Lo más convencional es cuando adoptan el rol de zombis al uso asediando a los protagonistas en el faro. Ahí la cosa denota poca sustancia, pero los propósitos de Xavier Gens no parecen ser otros que los de confeccionar un film de género de sabor clásico. Viéndolo, uno repara en la creatividad de los (escasos) escenarios, y los créditos finales le dan la razón: son obra (póstuma) del maestro Gil Parrondo, a quien está dedicada la película. Otro sí: ole el tour de force de la inesperadamente anfibia Aura Garrido.