"2001: una odisea del espacio", explicada paso a paso.
Dos líneas argumentales
El guión de 2001 presenta dos tramas: una principal y otra secundaria. La una es realmente independiente de la otra, desde un punto de vista dramático. Podrían existir por separado, como dos historias paralelas.
La trama principal narra historia de la evolución humana a lo largo de varios millones de años; una evolución que en la película es dirigida por algún tipo de inteligencia extraterrestre cuya naturaleza no se especifica en ningún momento. El instrumento que esta inteligencia utiliza para “manipular” a la raza humana es el célebre monolito negro. Aparecen cuatro monolitos a lo largo del film, con funciones distintas cada vez. Analizaremos la trama principal dividiéndola en cuatro partes, usando la aparición de cada uno de lo cuatro monolitos como hito argumental.
La segunda trama es la historia del ordenador HAL 9000 y su rebelión frente a sus creadores. Esta subtrama gira también en torno al concepto de la evolución y la inteligencia, pero como ya hemos dicho no tiene realmente relación con la trama principal, más que de una manera puramente tangencial. La subtrama de HAL es un “accidente” que sucede dentro de la trama principal pero que no afecta su curso. Pero empecemos desgranando la trama principal:
El primer monolito: ingeniero de la inteligencia humana
Lugar y tiempo: 2001 comienza en las planicies de África hace varios millones de años. Un clan de cavernícolas prehumanos intenta sobrevivir en unas condiciones bastante penosas. Comen los pocos hierbajos que pueden encontrar en el desolado paisaje, hierbajos que para colmo han de compartir con una manada de tapires que habita la misma zona. La única fuente de agua del clan —un simple charco— les es arrebatada por un clan rival. Por si fuera poco, este desdichado clan vive permanentemente amenazado por un leopardo que domina la región y que de vez en cuando caza a alguno de sus miembros. En resumen: este grupo de homínidos padece hambre, frío y miedo, y parecen condenados a una segura extinción.
Un buen día aparece ante los cavernícolas un monolito de piedra negra. Al principio les provoca miedo, luego curiosidad, y más tarde aprenden a ignorar su presencia porque el monolito aparece completamente inerte. Pero sin que ellos lo sepan, sus mentes están siendo manipuladas por la losa negra. Ese monolito tiene la función de alterar sus cerebros e introducir en ellos nuevos conocimientos que les ayuden a sobrevivir y evolucionar. Uno de esos conocimientos, el más básico, es el uso de herramientas.
El segundo monolito: el centinela
Siglo XX. Varios millones de años después de las escenas iniciales que tienen lugar en África, el ser humano está colonizando la luna. Los astronautas norteamericanos descubren allí un campo magnético extraño y al excavar para averiguar la causa descubren un monolito negro enterrado bajo la superficie lunar. Asombrados por el descubrimiento, lo ocultan a la opinión pública y aíslan su colonia para mantener el hallazgo en secreto. Propagan el rumor falso de que el verdadero motivo de la cuarentena en su colonia lunar es la aparición de una extraña infección.
Los norteamericanos no saben qué es exactamente el monolito, pero sí sospechan que su origen es artificial pues además de su forma perfectamente rectangular, el estado de la excavación indica que fue enterrado a propósito. Lo contemplan con el mismo asombro e incomprensión que el clan de cavernícolas contemplaba el primer monolito en épocas prehistóricas. Mientras se discute si es conveniente o no dar a conocer el hallazgo, el equipo de astronautas aprovecha para hacerse unas fotografías junto al extraño artefacto, en lo que todos saben que constituye un acontecimiento histórico. Es la primera prueba de la existencia de inteligencias alienígenas. Pero algo ocurre mientras hacen las fotos.
Cuando la luz solar incide en el monolito por primera vez desde que fue enterrado, la losa negra emite una fortísima señal de radio. La señal se filtra por los receptores que cada astronauta lleva en su casco, creando un chirrido dolorosamente insoportable. El monolito es una alarma. Tiene la función de enviar una señal a sus creadores en el preciso momento en que ha sido desenterrado, como aviso de que los seres humanos han evolucionado lo suficiente como para haber desarrollado el vuelo espacial y las tecnologías necesarias para localizar el monolito y sacarlo a la luz.
Los norteamericanos no saben muy bien qué ha ocurrido, pero sí saben que la señal del monolito estaba dirigida exactamente hacia Júpiter. Así pues, deciden preparar una costosa expedición al gigante gaseoso. La nave Discovery empieza un viaje que durará años para descubrir qué es lo que hay allí y quién es el destinatario de la e