Un asesino serial que puede ver el futuro, un psíquico que puede salvarlo.

En el 2012, el director brasileño, Afonso Poyart, llamó la atención de la crítica con su película 2 Coelhos (Dos conejos), un thriller de acción ambientado en São Paulo. Después de varios años de espera, quince para llevar el proyecto a cabo y dos para finalmente lanzarlo a las pantallas de cine después de su filmación, Poyart recurre al talento de Anthony Hopkins para presentar En la mente del asesino (Solace en inglés, que significa “ayudar o dar consuelo”), una película de misterio que hace resonancia en uno de los filmes icónicos del veterano actor, The Silence of the Lambs (Jonathan Demme, 1991), del que retoma la inquietante y enigmática calma del doctor Hannibal Lecter mientras revela puntos cruciales de la investigación. Haciendo uso excesivo de las luces de neón e imágenes crípticas para presentar las premoniciones de Clancy, el filme plantea el dilema moral de la eutanasia desde la perspectiva del asesino, reforzándolo con una de las secuencias finales centrada en el personaje de Hopkins, que si bien logra atraer algunos adeptos, no justifica la motivación detrás de al menos una de las muertes una atractiva mujer asesinada en la bañera y deja la duda de hasta qué punto se trata de misericordia y donde empieza a ser una clara violación del libre albedrio.