Biografía sobre la infancia de Alejandro Jodorowsky

Filme onírico lleno de imágenes coloristas, fantasiosas, llenas de simbolismo y entrecruzadas con la poesía característica del autor a la hora de narrar.

Jodorowsky quiere mostrarnos su vida, su infancia, a través de esta extraña cinta en la que el espectador tiene que desvelar una gran cantidad de simbología mostrada por diferentes personajes y situaciones.

Es una rareza original, que el propio autor califica de “Autobiografía imaginaria”. A pesar de que tal vez, la cinta termina por parecernos algo extensa, uno siempre tiene la sensación de estar enganchado a las imágenes que se suceden, interesado en lo que va sucediéndoles a los protagonistas, e intentar interpretar la vida de este peculiar director a través de las relaciones con su padre, hombre de fuerte carácter, y con su madre, quién intenta calmar sus diferentes miedos y guiarlo en la vida.

Curiosa película que gustará a los seguidores de este artista, y que puede atrapar a más de un nuevo seguidor. Basada en el propio libro homónimo de Jodorowsky, la cinta pasa de ser curiosa, a desconcertante y a volver a atraparte. Con una gran banda sonora, el director se abre al público mostrando su infancia.

“Mi padre era un hombre aplastante, inhumano, amargado; y mi madre, una humillada doméstica que habría querido ser cantante de ópera, pero su padre la obligó a ser vendedora. Entonces, ella a veces hablaba canturreando. Yo la hice en mi película una verdadera cantante de ópera y a mi padre lo hice muy humano al final, lo hice encontrarse a sí mismo. Y luego los hice juntarse y amarse. Fue una manera de encontrar otro pasado”, explicó a RFI Alejandro Jodorowsky.