"Paraíso Esperanza" El complejo mundo de la adolescencia.
La tercera obra Paraíso Esperanza (2013) nos enfrenta al complejo mundo de los adolescentes con problemas de obesidad. En este caso, la hija de Teresa pasa el verano en un campamento para jóvenes que desean rehabilitarse de sus problemas de adicción a la comida.
Asistimos a las conversaciones de los adolescentes sobre sus inquietudes sexuales, sus dificultades para elaborar lo corporal, sus juegos y su avidez. A pesar de la disciplina marcial a la que están sometidos, la curiosidad propia de una sexualidad adolescente y de las emociones que la acompañan se abrirán paso de forma turbulenta.
El juego amoroso entre los niños y los adultos puede adoptar formas eróticas, pero ha de permanecer siempre en clave de la ternura. La admiración e idealización de los adolescentes por las figuras que representan la autoridad, maestros, médicos sitúa a estos jóvenes y principalmente a la protagonista frente al halago de ser seducida, reconocida y elegida. En paralelo observamos la indefensión de los adolescentes al verse sometidos a la identificación con su agresor. Sandor Ferenczi define los procesos de seducción traumática y establece dos tipos de lenguaje entre el de la pasión del adulto y el de la ternura en los niños. Ambos idiomas deberían ser inequívocos. El director se mueve en estas turbias aguas, aunque el contexto elegido sea un bello bosque, como en el cuento de “Caperucita”, y el lobo sea una figura representativa de la institución.
Si deseas saber más sobre esta trilogía visita:
https://opinionesdepsicoanalistas.com/2013/10/17/paraiso-amor-fe-y-esperanza/